Ansiedad: Una Mirada Profunda y una Salida Inmediata

La ansiedad puede aparecer en los momentos más inesperados: en medio de una jornada laboral, al enfrentar una conversación difícil o simplemente al pensar en el futuro. Es esa sensación inquietante de no saber si podremos con lo que se nos viene. Pero ¿cómo enfrentamos la ansiedad de forma que no solo la comprendamos, sino que también logremos calmarla cuando más lo necesitamos?

En mi enfoque terapéutico, trabajo con dos niveles de intervención: uno profundo y otro más inmediato. Primero, observo la ansiedad junto con el consultante. No como un enemigo, sino como un indicador de que hay algo importante que necesita atención. Este enfoque profundo busca explorar la raíz de la ansiedad, sus orígenes y las expectativas que la alimentan. ¿Qué mensaje trae? ¿Qué partes de nuestra historia o de nuestras creencias la sostienen? Este trabajo lleva a una comprensión más amplia y, eventualmente, a una transformación que se refleja en el bienestar a largo plazo.

Sin embargo, en momentos de crisis, también es crucial ofrecer herramientas prácticas e inmediatas. Un ejercicio que ha demostrado ser efectivo es la visualización del futuro. Guiar al consultante a imaginar los peores escenarios posibles puede parecer contradictorio, pero tiene un propósito esencial: encontrar, incluso en esas imágenes sombrías, una salida. Cuando visualizamos el peor desenlace y reconocemos que, de una forma u otra, podemos enfrentarlo, la ansiedad empieza a transformarse. La mente, al ver que hay opciones y que no todo es un abismo, comienza a relajarse.

En una reciente sesión, un consultante experimentó esto de primera mano. Al visualizar lo que temía y reconocer que, aunque difícil, siempre habría una forma de seguir adelante, notó cómo la ansiedad cambiaba. Pasó de ser una amenaza a un desafío manejable. Esta combinación de trabajo profundo y soluciones inmediatas proporciona tanto una base sólida como un alivio que, en momentos de necesidad, puede marcar la diferencia.

Enfrentar la ansiedad no se trata solo de esperar a que desaparezca; se trata de conocerla y trabajar con ella desde diferentes ángulos. Con un enfoque integrado, es posible tanto calmar la mente en el presente como construir una vida con menos ansiedad a futuro.